Esteban Espinoza nos congrega a todos
Se trató de un concierto sin igual, realizado el 28 de marzo de 2014, a las 20 hrs., en la Sala de Conciertos del Parque Cultural de Valparaíso.
Es cierto; Esteban Espinoza es capaz de congregarnos a todos con su talento y calidez humana. Tanto es así, que los alumnos del Instituto de Música de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso optaron por postergar su recepción novata por una semana, para poder estar presentes el día del lanzamiento del primer CD de este notable guitarrista porteño de trascendencia universal.
Su profesor mentor, Guillermo Nur Gómez, fue el encargado de entregar las palabras introductorias al concierto, recordando los inicios del joven Esteban y sus incesantes viajes entre su natal Llay-Llay y el Conservatorio de Música PUCV ubicado en el Cerro Concepción de Valparaíso. Gracias al profesor Nur, varios otros docentes pudimos recordar también el haber sido testigos privilegiados del notable progreso de este joven guitarrista que desde siempre ha sabido cautivarnos con su incuestionable talento y maravillosa personalidad.
A partir de las palabras introductorias, Esteban Espinoza fue capaz de seducirnos por casi ochenta minutos, a través de nueve composiciones fuertemente entroncadas con nuestra realidad musical chilena y sudamericana. Se trata de obras inspiradas en ritmos de tonada, chacarera, huayno y pregones populares, que a ningún auditor chileno debieran dejar indiferente. Recogiendo palabras del propio Esteban, es innegable que sus experiencias infantiles en torno a la música folklórica chilena, hacen posible que su entrega sea siempre impecable en este tipo de repertorios.
El concierto ofrecido fue un verdadero deleite para los oídos, experiencia que se vio fortalecida por un sistema de amplificación que resultó adecuado al repertorio escogido. Se contó con la presencia de los compositores y guitarristas Javier Contreras, Juan Antonio Sánchez y Antonio Restucci, quienes pudieron dialogar con el intérprete sobre el escenario, en torno a sus propias composiciones. Contrastando con las piezas interpretadas en formato de dúo, trío y cuarteto, Esteban regaló además un par de obras de los compositores Rafael Díaz y Javier Farías para guitarra sola, que lograron emocionar al auditorio.
Díaz se encontraba presente en la platea, pudiendo ser testigo directo del positivo impacto que su obra produjo en los presentes. Luego de culminado el concierto, el entusiasmado público obligó a Esteban a retornar dos veces más al escenario, dedicando primeramente una canción de cuna a su pequeña Violeta de los Ángeles de cuatro meses de edad, e interpretando finalmente la conocidísima pieza “Tonada por despedida” junto al compositor de la obra, Juan Antonio Sánchez.
El diseño del disco compacto que da motivo a este concierto fue realizado por Daniel Retamal, músico, amigo de Esteban, y bibliotecario del Instituto de Música PUCV. La original simpleza de su diseño logra reflejar con exactitud la personalidad de Esteban a través de una cálida sonrisa de bienvenida y un límpido color blanco, símbolo ineludible de la nobleza de este joven guitarrista chileno. A lo largo de la producción discográfica se puede apreciar la notable calidad técnica e interpretativa del intérprete, solo eclipsada por una falta de brillantez en el sonido del instrumento, posiblemente provocada por una excesiva aplicación de filtros anti-ruido.
Agradecemos a Esteban por habernos entregado, una vez más, todo su talento y cordialidad a través de este hermoso concierto. Se le veía relajado, cálido, feliz y, como siempre, muy sólido en lo técnico e interpretativo.
El Parque Cultural de Valparaíso se vio colmado de personas de todas edades, entusiasmados todos por formar parte de un concierto “único e irrepetible”, como muy bien lo anunciara el profesor Nur en sus palabras introductorias.
Esteban Espinoza, Emerson Salazar, Pablo Palacios y varios otros notables guitarristas jóvenes de la Quinta Región, hacen posible pensar que ya estamos en presencia de una nueva escuela guitarrística en Chile que nos seguirá entregando grandes frutos en los años venideros. Debemos sentirnos orgullosos de ser testigos directos de tan importante acontecimiento artístico.
Por Nelson Niño Vásquez
