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Danielo Valenzuela gana concurso de composición Darwin Vargas

danielo ganador introEl 4° Concurso de composición se quedó en manos de un ex alumno del IMUS

RESEÑA DEL COMPOSITOR

Danielo Valenzuela, oriundo del pueblo de El Melón ubicado al interior de la V Región. Hijo de padre minero poeta y de madre profesora coreógrafa, se inicia en el canto y en la música junto a ellos, gracias a su participación en el grupo de Música Latinoamericana «Cobre y Canto», del cual hoy es director. El 1997 comienza sus estudios formales en la música, en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, donde se titula de Profesor de Música y Licenciado en Cs y Artes Musicales en el 2001. Posteriormente continúa su formación en la misma casa de estudios, donde realiza un taller de composición a cargo de Eduardo Cáceres entre los años 2001 y 2003. Finalmente durante los años 2004 y 2005 forma parte de la primera generación del diplomado en composición que ofrece el Instituto de Música.

Por muchos años se dedica a componer para teatro y agrupaciones cercanas en La Calera, Quillota y Santiago, lo que dió pie para comenzar un estudio de manera autodidacta, de las técnicas de orquestación, mediante análisis de composiciones y asistencia a seminarios

Entre los años 2013 y 2015, continúa su formación musical, esta vez llevando a cabo sus estudios de Magíster en composición en la Universidad de Chile, lugar donde establece un vínculo amistoso con los integrantes del Ensamble Isularoj, de la ciudad de La Serena. Dicho ensamble, estrena alguna de sus obras en Polonia, Francia y Alemania, tales como «La Vereda» para piano y clarinete, y «De tu Testamento» para piano solo.

Actualmente se desempeña como profesor de música en el Liceo Juan Rusque Portal de la comuna de Nogales, donde también es coordinador comunal de Educación Artística a cargo del Programa de Educación Artística y de «Artistas en el Aula» en los 4 colegios municipales.

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OBRA GANADORA

«Al Fondo del Jardín», es una obra compuesta exclusivamente para el Festival Internacional de Música Contemporánea Darwin Vargas. El compositor declara, que al ver la convocatoria asumió la instrumentación que le pareció más desafiante en cuanto a recursos de aplicación técnica. Desde allí se dispuso a componer una pieza atendiendo a los parámetros solicitados por las bases del certamen.

Al respecto señala: “Pese a esta disposición un tanto frívola, fue una oportunidad de crear en torno a situaciones músico poéticas que me encuentro ‘tratando’ de resolver hace un tiempo en mis trabajos: La afluencia, confluencia y dislocación de la duración del decir en un discurso musical horizontal privado de la sonoridad episódica del texto mismo; que además significa construir el ‘objeto’ que se sitúe como estructura profunda de la obra. Así pues, acciones verbales cotidianas, construcciones sintácticas populares se transforman en la vertiente del ‘decir’ en cuanto fluidez de este trabajo, pero en ausencia de su sonoridad ‘real’”.

Agrega que la obra también connota un evento personal de su recién fallecido perro ‘Doro’, quien desde el fondo del jardín corría a plantar sus ‘patotas’ sobre su pecho, acción que personalmente lo llevaba a decirle ‘Vaya pal fondo’, que finalmente se transforma en el gesto rítmico, semántico y de afluencia sonora que le da vida a su obra, tanto desde la horizontalidad como desde la construcción de objetos paradigmáticos (fractálicos) que juegan al interior, donde todo se transforma en una catarsis de una pérdida de estas tierras.

IMPORTANCIA FDV

A propósito de los quince años del Festival Internacional de Música Contemporánea Darwin Vargas, Danielo Valenzuela señala: “Es indudable la Importancia del Festival en tanto ser un espacio inequívoco de poner en la palestra los trabajos de los creadores nacionales, nuevos y no tanto; tradicionales y jóvenes experimentando con este oficio que tiene tantas voces como exponente. El gran trabajo que realiza este festival claramente enriquece la cultura del hacer, crear y re-crear en este país”. Agrega que el Festival Darwin Vargas se instala como un constructor de acervo cultural de Chile, no sólo por estimular la composición sino también por mantenerla, rescatarla y entregarle un lugar dentro del concepto ‘concierto’: “concepto que muchas veces es un poco esquivo a aquellos que estamos lejos de los centros ‘importantes’, pues armar o hacer una obra es bastante ‘carito’. Sin embargo las posibilidades brindadas por «Darwin Vargas» son democráticas, convocantes y constituyentes, por lo que pienso es el festival NO CENTRALISTA más importante del cono sur”.

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PROYECCIONES EN LA MÚSICA

Danielo Valenzuela, cuenta que es un músico que habita diversos mundos musicales. Por un lado la música popular con su banda de rock “Kintethos”, música de raíz folclórica con el grupo “Cobre y Canto”, boleros y valses gracias a “Los Streetboys”, al respecto señala: “(..) todas estas vertientes siempre me permiten elucubraciones de carácter propositivo. De esta manera, mis proyecciones en la música versan sobre componer mi música en torno a los aspectos connotativos de mis experiencias, siempre desde un prisma personal, atendiendo a las sonoridades del siglo XXI, plasmando en la construcción de mi «poética» un intento de síntesis que pretenda decir ‘he aquí mi aporte’ para nuestra música”. Agrega que tiene especial interés en comenzar a explorar la música electrónica: “solo ahora me despertó un interés comunicativo en torno a aquello…pues, a mi entender, no es lo mejor componer para ‘caer bien’ o porque esté de moda, se debe componer porque hay una intención o necesidad de comunicar… y desde esta perspectiva «Al que le toca, le toca» para guitarra eléctrica (presentada también en este Festival) es una incursión de lo mencionado”. Finalmente declara que su proyección en la música -además de continuar en su camino como profesor- es el estudio del tratamiento electrónico del sonido y su diálogo con lo analógico: “algo ya bastante estudiado, pero que en lo personal se me revela hoy”.

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Nota de prensa: Paulina Díaz