Estudiantes del IMUS conocieron la historia de antiguo mecenas de la música porteña
Charla del museógrafo José Pérez de Arce, reveló la sorprendente labor del filántropo Antonio Antoncich a principios del siglo XX.
Una interesante charla a cargo del musicólogo José Pérez de Arce pudieron presenciar los estudiantes y profesores del Instituto de Música (IMUS) de la PUCV, iniciativa que forma parte del constante trabajo de difusión y reconstrucción de la historia porteña vinculada al arte musical, labor que actualmente se ha convertido en uno de los ejes de la gestión del IMUS.
Se trata de la primera vez que este destacado profesional del Museo de Arte Precolombino de Santiago expone en la universidad, escogiendo, además, un tema sumamente interesante y atingente: la historia del mecenas de la música porteña, Antonio Antoncich, quien además es su abuelo materno.
La exposición de Pérez de Arce se basó en un artículo que escribió para la Revista Resonancia, titulado “Don Antonio Antoncich, filántropo musical”, donde relata en extenso la historia de este personaje del Valparaíso de los años 20, cuya afición artística lo llevó a convertirse en uno de los más importantes promotores de la música en la primera parte del siglo XX.
Según explicó el experto invitado al IMUS, Antoncich fue un acaudalado inmigrante croata, que tras hacer su fortuna en el negocio salitrero en el norte de Chile, se vino a vivir al Cerro Alegre, muy cerca del Palacio Baburizza. Gracias a su dinero, el empresario pudo adquirir una serie de instrumentos musicales de gran calidad importados directamente desde Inglaterra.
De esta forma, durante años transformó el salón de su casa en un lugar de encuentro para músicos profesionales y aficionados –entre 8 y 15 en cada sesión-, quienes todos los lunes en la noche se reunían para interpretar obras clásicas europeas, dándoles la oportunidad única de acceder a instrumentos que de otra forma no podrían haber conocido.
José Pérez de Arce valoró la oportunidad de poder contarle a las nuevas generaciones de músicos porteños acerca de su abuelo. “Poder hablar de una historia que yo alcancé a vivir y poder contarla aquí, a pocas cuadras de donde habitaba mi abuelo, eso me pareció maravilloso. Y eso poder complementarlo con el guitarrón y el canto a lo divino, que tiene mucha relación con esta zona del país, encuentro fantástico poder compartirlo con los muchachos”, destacó el musicólogo.
Además de relatar la historia de Antonio Antoncich, en una segunda parte de su charla Pérez de Arce también se refirió al guitarrón, instrumento que ha sido uno de sus grandes objetos de estudio como museógrafo. “El guitarrón está comenzando a ser conocido. Muchas veces, a medida que avanza el tiempo, me encuentro con jóvenes que están haciendo música rock y me dicen ‘yo tengo un guitarrón’”, explicó luego de finalizar las dos partes de su exposición, las cuales fueron seguidas con mucho interés por los estudiantes del IMUS.
Ver artículo “Don Antonio Antoncich, filántropo musical”, publicado en la Revista Resonancia.